Ni una, ni dos, ni tres;
Si no un par de docenas de tiendas vintage me he recorrido en busca de una gorra de fieltro militar.
Desde la calle Tallers hasta la calle Hospital pasando por todos los callejones del Raval, esquivando cual gimkama japonesas con cámaras. Sin hacer mención a tres tiendas de disfraces, dos chinos y una tienda de armamento policial y aún así parece una misión digna del agente 007 encontrar esta preciosa y en poco tiempo maldecida gorra.
Sorprendentemente he encontrado gorros, gorras y sombreros de todas las formas, telas, estampados y colores que uno pueda imaginar, menos lo que yo buscaba.
Pero finalmente en una sombrerería antigua cerca de la parada del Liceo dirección Arco del Triunfo ¡la encontré! Me han medido la cabeza, me han hecho escoger entre bastantes modelos, escogiendo al final un modelo más marinero que militar y inevitablemente me he comprado a parte de la gorra un sombrerito de fieltro negro de época.
Debo confesar que he acabado perdiéndome entre las callejuelas del Borne, pero no hay nada más irresistible que perderse por este barrio repleto de estilo, así siempre encuentro alguna nueva tienda que formará parte de mi vestidor; como ha sido el caso, he caído plenamente enamorada de una pequeña tienda de ropa americana (www.glintshop.com).
Para acabar de redondear mi momento shopping he renovado la prenda más básica y esencial de un closet, una americana/blazer negra, las hay de todas las formas pero eso lo dejaré para un futuro post.
Y con mi impaciencia por estrenar fui al evento de la revista Grazia estrenando sombrerito y americana.
Con amor Eva.
<< La coquetería es la conquista del espíritu por los
sentidos. >> Coco Chanel
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